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Habas frescas (kg)

5,30

Origen: Vega de Aranjuez, San Martín de la vega y Ciempozuelos.

Las habas frescas comparten familia con las legumbres, pero se considera una verdura a efectos nutricionales. Pertenecen a la familia de las papilionáceas, la misma que las judías verdes Vienen con vainas verdes y se pueden comer tanto crudas como cocinadas. Las hay de varios tamaños, siendo las baby las más consumidas.

Propiedades y beneficios:

Las habas frescas contiene poquísimas calorías y muchos beneficios. Tienen las siguientes vitaminas; C, A, E, B1, B2 y minerales como el hierro, magnesio, potasio, fósforo, sodio o calcio. Nos ayudan con la retención de líquidos ya que tienen potasio y por su alto contenido en fibra nos ayuda con el estreñimiento. La fibra generalmente se encuentra en la piel y esa piel también nos sacia. Tiene alto contenido en proteínas e hidratos de carbono. Su contenido en potasio, nos ayudará con nuestros músculos y el sistema nervioso.

Valor nutricional por cada 100gr:

Energía (kcal) – 54,25
Proteínas (g) – 4,60
Grasa (g) – 0,40
Hidratos de carbono (g) – 8,60
Colesterol (mg) – 0,00
Fibra (g) – 4,20

Conservación y trucos:

La forma de conservación de las habas frescas es similar a los guisantes frescos, en la nevera en una bolsa de plástico perforada y con papel absorbente y si las quieres congelar, retira la vaina y mételas en bolsas de congelación. Así podrás disponer de habas cuando quieras. A parte de la vaina que cubre, las habas poseen una piel, que perfectamente se puede consumir. Si lo que quieres, es retirarla, te aconsejamos que las escaldes durante 3 o 4 minutos y acto seguido meterlas en agua muy fría o hielo. Una vez frías podrás retirarle la piel con facilidad. En la nevera aguantan de 3 a 4 días, pero también puedes congelarlas, pero si lo haces deberás escaldarlas antes unos 2 minutos.

Receta y usos en la cocina:

Las habas frescas no necesitan de mucha cocción, con solo unos minutos en una olla estarán listas para añadirlas a potajes, menestras o simplemente saltearlas con jamón. En invierno puedes añadirlas a cualquier guiso, pero si te apetece una ensalada fresca, también podrás hacerla con habas. Necesitas, cebolla morada, rabanitos, nueces y quínoa. Antes de hacer la ensalada deberás cocer la quínoa. Acepta cualquier ingrediente

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